…Las crónicas de viaje, como género literario, generan una pasión inusual porque nunca se han estancado en la mera narración y descripción, ni resistieron la tentación de mezclarse con el género autobiográfico, con el diario íntimo y la reflexión existencialista. Tampoco le pusieron un muro a la poesía o la crónica periodística porque, justamente, son relatos abiertos, permeables, que van y vienen de un universo a otro. Desde conquistadores en expediciones a historiadores excelsos, pasando por antropólogos curiosos y los coolhunters hambrientos de hoy en día, la minuciosa descripción de los paisajes y situaciones vividas por un viajante, también es una ventana hacia adentro, un espacio extranjero probablemente creado para que se manifiesten emociones y reflexiones “interiores”. “Viajé para encontrarme conmigo mismo” no es una frase que suene extraña…
Epílogo
Alberto Fuguet
…Las crónicas de viaje, como género literario, generan una pasión inusual porque nunca se han estancado en la mera narración y descripción, ni resistieron la tentación de mezclarse con el género autobiográfico, con el diario íntimo y la reflexión existencialista. Tampoco le pusieron un muro a la poesía o la crónica periodística porque, justamente, son relatos abiertos, permeables, que van y vienen de un universo a otro. Desde conquistadores en expediciones a historiadores excelsos, pasando por antropólogos curiosos y los coolhunters hambrientos de hoy en día, la minuciosa descripción de los paisajes y situaciones vividas por un viajante, también es una ventana hacia adentro, un espacio extranjero probablemente creado para que se manifiesten emociones y reflexiones “interiores”. “Viajé para encontrarme conmigo mismo” no es una frase que suene extraña…
Epílogo
Alberto Fuguet