Como diría Rilke: “para escribir un sólo verso es necesario haber visto muchas ciudades, hombres y cosas; hace falta conocer a los animales, hay que sentir cómo vuelan los pájaros y saber qué movimiento hacen las florecitas al abrirse por la mañana”.
Para escribir algo bueno, se tiene que haber vivido en serio. No importa la edad, importa la experiencia.
Uno de los subtítulos de este poemario sugiere, irónica y paradójicamente, en su locución interjectiva, que se le resta valor a lo sucedido en un pasado; pero es en realidad, un posicionamiento estoico del yo lírico, en el que la poeta va trabajando de manera precisa y despojada, cada interrogante que la vida presenta. Por ejemplo, el irse y volver, o el no volver nunca más. El exilio, en definitiva, que hace de una lengua vieja, otra nueva, única, pasmada, poética.
Una sabiduría se despliega desde la infancia y la soledad, hacia la escritura, donde la Fe en los amigos será el faro para revelarse y mirar, nuevamente, la forma de un corazón.
Alejandra Méndez Bujonok
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Como diría Rilke: “para escribir un sólo verso es necesario haber visto muchas ciudades, hombres y cosas; hace falta conocer a los animales, hay que sentir cómo vuelan los pájaros y saber qué movimiento hacen las florecitas al abrirse por la mañana”.
Para escribir algo bueno, se tiene que haber vivido en serio. No importa la edad, importa la experiencia.
Uno de los subtítulos de este poemario sugiere, irónica y paradójicamente, en su locución interjectiva, que se le resta valor a lo sucedido en un pasado; pero es en realidad, un posicionamiento estoico del yo lírico, en el que la poeta va trabajando de manera precisa y despojada, cada interrogante que la vida presenta. Por ejemplo, el irse y volver, o el no volver nunca más. El exilio, en definitiva, que hace de una lengua vieja, otra nueva, única, pasmada, poética.
Una sabiduría se despliega desde la infancia y la soledad, hacia la escritura, donde la Fe en los amigos será el faro para revelarse y mirar, nuevamente, la forma de un corazón.
Alejandra Méndez Bujonok