Estos que parecen cuentos —y que se leen como cuentos— son, en realidad, relatos de la vida de adolescente en Puerto Saavedra, Temuco, Huiscapi y otras localidades del sur de Chile en donde vivió Daniel Villalobos. Al respecto, dice el autor: «Yo crecí odiando el sur. Había que odiarlo y todos lo hicimos. El chiste de mi generación era que nuestro arte marcial favorito era el Ai-ki-irse. Nos educaron para despreciar el lugar donde crecimos. Nos educaron para encontrarlo feo, chico, mezquino. Y sin embargo, cada vez que estoy perdido, vuelvo a él.»
«Claro, económico, amoral, elegante, pero elegante con barro. Este es el sur, este es. No hay volcanes ni lagos ni ríos, pero este es el sur, este es. Así de feo, de miserable, de violento, así de simple y de estúpido y de familiar o de injusto. Así de antigeográfico, porque finalmente no creces en un valle, sino en tu casa. El sur no es un Turistel, es un ejercicio de fotografiar el comienzo de todo, de quemar en cada capítulo una escena para que, paradójicamente, quede intacta para siempre.» Elisa Zulueta
«Villalobos trabaja muy bien, mejor que muchos otros autores chilenos, el vínculo que une al provinciano con su terruño. (…) El sur es un reconocimiento honesto y apasionado sobre el valor de la experiencia para un escritor, y una suerte de propedéutica cifrada que enseña, con vigor y mucho tacto, a no prescindir de la historia personal.» Tal Pinto
«Un lenguaje como en los huesos, donde no sobra nada, de limpieza esencial.» María José Navia
«Pocos textos han captado con tanta precisión, casi como si pudiéramos olerla, lo que significa vivir en la provincia.» Marcelo Soto
Estos que parecen cuentos —y que se leen como cuentos— son, en realidad, relatos de la vida de adolescente en Puerto Saavedra, Temuco, Huiscapi y otras localidades del sur de Chile en donde vivió Daniel Villalobos. Al respecto, dice el autor: «Yo crecí odiando el sur. Había que odiarlo y todos lo hicimos. El chiste de mi generación era que nuestro arte marcial favorito era el Ai-ki-irse. Nos educaron para despreciar el lugar donde crecimos. Nos educaron para encontrarlo feo, chico, mezquino. Y sin embargo, cada vez que estoy perdido, vuelvo a él.»
«Claro, económico, amoral, elegante, pero elegante con barro. Este es el sur, este es. No hay volcanes ni lagos ni ríos, pero este es el sur, este es. Así de feo, de miserable, de violento, así de simple y de estúpido y de familiar o de injusto. Así de antigeográfico, porque finalmente no creces en un valle, sino en tu casa. El sur no es un Turistel, es un ejercicio de fotografiar el comienzo de todo, de quemar en cada capítulo una escena para que, paradójicamente, quede intacta para siempre.» Elisa Zulueta
«Villalobos trabaja muy bien, mejor que muchos otros autores chilenos, el vínculo que une al provinciano con su terruño. (…) El sur es un reconocimiento honesto y apasionado sobre el valor de la experiencia para un escritor, y una suerte de propedéutica cifrada que enseña, con vigor y mucho tacto, a no prescindir de la historia personal.» Tal Pinto
«Un lenguaje como en los huesos, donde no sobra nada, de limpieza esencial.» María José Navia
«Pocos textos han captado con tanta precisión, casi como si pudiéramos olerla, lo que significa vivir en la provincia.» Marcelo Soto